Las ‘granjas típicas’ del Ministerio presentan beneficios en la mayor parte de los casos a pesar de los bajos precios de la leche
Las explotaciones que sólo tienen mano de obra asalariada necesitan un censo alto de animales para no caer en pérdidas
La Red Nacional de Granjas Típicas (Rengrati) dibuja los costes de explotaciones de varias comunidades autónomas, a las que considera ‘típicas’ de un determinado sistema de producción de los que pueden encontrarse en España.
Los resultados de estas explotaciones son sorprendentes, ya que esta red del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación considera que prácticamente todas las explotaciones presentan beneficios, algo que desmienten contundentemente los representantes de los ganaderos.
EXPLOTACIONES
Se distinguen cinco unidades geográficas.
Unidad 1 – Andalucía
Esta unidad está constituida por las granjas típicas 95-AND y 100-AND. Entre las principales características de las explotaciones de esta unidad, cabe señalar que se caracterizan por tener unas producciones medias-altas (superiores a 9.200 litros por vaca y año).
La disponibilidad de base agrícola es muy variable y, en caso de disponer de ella, únicamente proporcionará heno con producciones medias o bajas. El ‘catering’es un sistema de alimentación que predomina en la zona y que consiste en que la mayor parte de la comida (forrajes y concentrados) es aportada diariamente por un proveedor externo, en este caso el modelo cooperativo que opera en la zona.
Unidad 2 – Cataluña y País Vasco
Esta unidad está constituida por las granjas típicas 890-CAT y 250-PAV. Las explotaciones de esta unidad se caracterizan por unas producciones lecheras altas (superiores a los 11.000 litros por vaca y año). Se ha seleccionado una granja de gran tamaño debido a la importancia que puede tener este tipo de modelos de explotación en el futuro.
Ambas granjas típicas producen parte de los recursos alimenticios para el ganado en la propia explotación con un coste de producción que representa aproximadamente el 6,5% del coste total de alimentación.
Unidad 3 – Castilla y León
Esta unidad está constituida por las granjas típicas 80-CYL, 160-CYL, 165-CYL y 330-CYL. En esta unidad geográfica, existe un rango de explotaciones con un tamaño medio entre 85 y 175 vacas en producción por granja, con unos rendimientos lecheros en torno a 10.800 litros por vaca y año. Por otro lado, existe un rango de granjas con un tamaño mayor y con rendimientos entre los 9.300 y 10.800 litros. En estas granjas de mayor tamaño la mano de obra es en general asalariada.
Las granjas 80-CYL y 165-CYL tienen cultivos en secano y regadío (principalmente maíz forrajero y cereales de invierno para ensilar o para grano), que en su mayoría están asociados al autoconsumo para la actividad lechera. Por otro lado, la granja 160-CYL, se caracteriza por comprar la mayoría de las materias primas. Por último, la granja 330-CYL que carece de cultivos asociados, dispone de un acuerdo con una cooperativa de agricultores de la zona que les suministran todas las materias primas necesarias para la alimentación de los animales (fundamentalmente maíz y triticale para ensilado).
Unidad 4 – Noroeste de Galicia y Asturias
Esta unidad está constituida por las granjas típicas 41-AST, 65-GAL y 150-GAL. Las producciones de las explotaciones de esta unidad son medias-altas (9.800–11.700 litros por vaca y año.
La mayoría de las explotaciones disponen de una base agrícola importante sobre la que realizan cultivos de hierba y/o maíz que utilizan para la alimentación del ganado después de su ensilado.
Unidad 5 – Sur de Galicia
Esta unidad está constituida por las granjas típicas 33-GAL, 45-GAL, 60-GAL y 1250-GAL. Las explotaciones 33-GAL y 60-GAL de esta unidad se caracterizan por unas producciones lecheras anuales inferiores a 9.500 litros por vaca y año. Por otro lado, el modelo asociativo de alta producción representado por la granja 1250-GAL y la granja 45-GAL registran productividades superiores a los 11.600 litros.
La base agrícola de las explotaciones también es importante, con un uso mayoritario para la producción de hierba que, dependiendo de la época del año, aprovecharán a diente, en ensilado o como heno. Como en la unidad anterior, también es frecuente el cultivo de maíz forrajero y su posterior ensilado.
RESULTADOS
La mayoría de las granjas de la red presentan productividades superiores a los 10.000 kg por vaca y año. El valor más elevado se presenta en la granja 1250-GAL con 12.762 kilos y el valor con menor rendimiento en la granja también de Galicia 33-GAL (con 8.296 kilos).
Para la mayoría de las granjas de la red, los pagos desacoplados representan más del 50% del total de las ayudas percibidas.
>Para analizar con mayor detalle los costes totales se han dividido en costes de alimentación, mano de obra, capital, tierra, maquinaria e instalaciones, servicios veterinarios (incluyendo medicamentos e inseminación) y otros costes. En la mayor parte de las granjas, los costes de alimentación representan más del 50% de los costes totales de producción de la actividad de leche. Los costes de alimentación oscilan entre valores cercanos a los 13,10 euros por 100 kg (granja 33-GAL) y 29,20 euros en el modelo de explotación 100-AND más intensivo con sistemas de alimentación tipo ‘catering’.
>El siguiente coste con mayor peso en la estructura de costes para la mayoría de las granjas típicas es el relacionado con la mano de obra. Para determinar el coste de la mano de obra familiar se emplea el coste de oportunidad calculado (basado en los salarios regionales pagados para realizar esa actividad) de esta mano de obra (incluye seguridad social). Para la mano de obra asalariada se muestra su coste efectivo. Los costes totales de mano de obra oscilan entre los 3 y los 10 euros por cien kilos.
>La productividad de la mano de obra es un indicador de la eficiencia del trabajo. Los resultados son muy variables.
>La liquidez de la granja mide la capacidad financiera que tiene para cubrir sus costes efectivos durante el año analizado. La mayoría de las granjas típicas analizadas pueden hacer frente al pago de sus costes en efectivo ya que presentan valores superiores al 100%
>El margen del beneficio operativo de la granja mide la resiliencia que tiene ante condiciones cambiantes del entorno, por ejemplo, ante cambios en los precios de la leche. La mayoría de las granjas típicas analizadas tienen capacidad de adaptación ante situaciones desfavorables ya que registran valores superiores al 0%
>Mediante el análisis de la capacidad financiera, se puede observar la solvencia en términos de viabilidad y la capacidad de inversión que presenta cada granja típica a largo plazo. Más de un tercio de las explotaciones son viables de cara a hacer frente a inversiones a largo plazo.
>Prácticamente todas las granjas presentan beneficios según cuenta de explotación (excluyendo pagos desacoplados) a excepción de 330-CYL, que es una de las explotaciones que únicamente tienen mano de obra asalariada, por lo que se concluye que se necesita cierto nivel de producción para que una explotación sin mano de obra familiar pueda ser rentable. Además, hay niveles de beneficios que llegan hasta los 15,63 euros por cien kilos, de la explotación 33-GAL.
(Información extraída del último balance anual en vacuno de leche de la Red Nacional de Granjas Típicas – Rengrati)