Dott. Marcello Guadagnini
Ruminants Technical Manager Italy & Iberia
Elanco Animal Health
La cetosis subclínica
El periodo de transición incluyendo secado, periparto y principio de lactación en vacas lecheras es un factor determinante para la salud y la productividad del rebaño con consecuencias sobre toda la lactacion1. En un entorno donde las vacas son cada vez más productivas, la cetosis es una de las patologías más importantes del periparto2. La adaptación a la gran demanda de energía es clave para una lactación exitosa. Un indicador de escasa adaptación a los retos del periparto es un nivel elevado de cuerpos cetónicos en sangre. Mientras la presencia de cuerpos cetónicos es normal en vacas recién paridas, el exceso y acumulación de estos productos de desecho del metabolismo es anormal1. Por eso, definimos como cetosis subclínica o hipercetonemia a los niveles de cuerpos cetónicos en sangre por encima de un punto de corte establecido entre 0.103 y 0.144 mmol/litro.
Existe una relación muy fuerte entre el balance energético negativo, o sea la diferencia entre las necesidades energéticas de las vacas después del parto y su capacidad de ingestión de energía a través de la dieta, y la cetosis subclínica. Para entender cómo las vacas modernas tienen un gran desafío después del parto, es suficiente pensar que tanto las primerizas como las vacas multíparas doblan su necesidad de energia entre dos días antes y dos días después del parto5.
Numerosos estudios a lo largo de varios años han demostrado el impacto negativo que la cetosis subclínica puede tener a nivel de salud, producción de leche y reproducción.
La cetosis subclínica aumenta el riesgo de varias patologías del periparto como la metritis6, la cojera6, el desplazamiento de abomaso o cuajar7 y la eliminación temprana8. Al mismo tiempo disminuye la cantidad de leche producida a 305 días en leche entre 358 y 534 kg3 y la calidad de la leche, dando lugar a una subida del recuento de células somáticas9, a una menor producción de proteina10 y a una variación del perfil de ácidos grasos11 de la leche.
Bajo el perfil reproductivo existen estudios que han demostrado como la cetosis subclínica puede bajar la tasa de concepción en la primera inseminación entre un 20 y un 50%12
Por lo tanto, la cetosis subclínica es una de las patologías con mayor impacto económico en las ganaderías de leche, con un coste de las consecuencias estimado en 289€ por caso de cetosis13
Monitoreo de cetosis
Aunque la cetosis subclínica se conozca como tal desde 195014, su incidencia real es, a menudo, subestimada15. Hoy en día, la cetosis se presenta mucho más de forma sileciosa, subclínica, en ausencia de síntomas visibles25. Por lo tanto, la única forma de detectarla es medir los niveles de cuerpos cetónicos en sangre, en leche o en orina.
Para eso, sería oportuno, que cada granja tuviese su propio plan de monitoreo bien proyectado, con una rutina de monitoreo en granja por cada vaca o utilizando los valores de BHB medidos en las muestras de control lechero.
Es importante poner en evidencia como las diferentes matrices y test no siempre evalúan los mismos cuerpos cetónicos (Ej. El test de la orina mide AcetoAcetato, mientras los otros tests miden β-hidroxybutirrato o BHB), cada test tiene su propio nivel de sensibilidad y especificidad y su propio modo de empleo.
Además, tenemos que tener bien claros los objetivos de un plan de monitoreo:
- Detectar vacas con cetosis subclínica y tratarlas para minimizar las pérdidas. Es fundamental remarcar como, a pesar del tratamiento, nunca conseguiremos anular totalmente las pérdidas debidas a la cetosis, porque parte de ellas ya han ocurrido antes del diagnóstico y porque la alteración del metabolismo lleva tiempo en marcha cuando detectemos la cetosis16
- Construir una base de datos que permita determinar la situación metabólica del rebaño, establecer como las vacas superan los desafíos del periparto, evaluar pautas de manejo tanto nutricional como farmacológico.
Debido a las dinámicas de la cetosis, para detectar todas las vacas que desarrollan al menos un caso de cetosis, o sea su incidencia, deberíamos medir la cetosis dos veces por semana en las primeras 2-3 semanas. Así que podemos decir que la mayoría de los planes de monitoreo son capaces de determinar solo la prevalencia de la cetosis (número de positivos sobre el total de muestreados) 17. Sin embargo, cuanto mayor sea la frecuencia de monitoreo tanto mayor será nuestra capacidad de detección. Por suerte, podemos estimar la incidencia a partir de la prevalencia multiplicando este valor por 2,218.
El BHB en Control Lechero
Es fácil entender que el monitoreo en granja necesita una buena inversión de tiempo y personal, así que para muchas granjas es complicado tener una medición rutinaria de la cetosis. Por lo tanto, tenemos que intentar aprovechar también de otra fuente de información: el control lechero.
El monitoreo de la cetosis en granja y el control lechero no tienen que ser la alternativa el uno al otro, y la comparación entre resultados se debe de hacer con mucho cuidado.
La medición del BHB en muestras de control lechero, cumple con el intento de sacar el máximo provecho de muestras que ya se han tomado para otras analíticas.
La historia de la medición de BHB en control lechero ya lleva diez años en el mercado del sector global de la leche. La primera asociación de control lechero que empezó entregando esta información es Valacta en Canadá y a esa siguieron varias Asociaciones a lo largo de toda Europa: los laboratorios de Qlip y CRV y MCC Flanders en Holanda y Bélgica. A partir de ahí se sumaron otros laboratorios como Casel en Francia, la Polish Breeders Association de Polonia, el Eurofins and Danish Cattle Federation de Dinamarca, el Tokachi DHI de Japón, el CanWest DHI de Canadá, el AgSource de USA, ARAL de Italia, el CIS de Inglaterra y el ALIP en Portugal19. En España, ya a partir de 2014 algunas asociaciones empezaron con la medición del BHB, en primera instancia voluntaria y luego rutinaria. Hoy en día hay varias asociaciones que entregan datos del BHB a ganaderos.
La medición de BHB en muestras de control lechero se realiza a través de la técnica del infrarrojo (FTIR) y su correlación con los niveles de BHB en sangre es buena20 y está demostrada por diferentes estudios20,21.
No obstante, en el campo a menudo surgen dudas sobre su fiabilidad y eso probablemente sea debido a la falta de conocimiento de la utilidad de la técnica y de sus limitaciones.
En primer lugar, deberíamos hablar de los animales en los cuales tiene sentido medir y analizar este parámetro. En un estudio reciente, se ha detectado que la fiabilidad de esta medición es mayor en los primeros 25 días en leche20(primer control). Así pues, para calcular la prevalencia de cetosis deberemos calcular el número de positivos sobre el total de animales muestreados entre 5 y 25 días en leche. Además, este intervalo de tiempo, encaja muy bien con lo que conocemos sobre la epidemiologia de la cetosis, siendo las primeras 3 semanas de lactación el periodo de mayor riesgo17.
Por su naturaleza la medición del BHB en control lechero debería ser utilizada solamente a nivel rebaño y no a nivel individual, teniendo en cuenta que en cada control varios animales caerán fuera del intervalo antes mencionado. A eso se suma que, siendo el tiempo de resolución de la cetosis de 5 días (mediana), a causa del intervalo entre la recogida de la muestras y la entrega de los resultados varios casos de cetosis ya habrán desaparecido22.
Además, es fundamental identificar un punto de corte sobre el cual definimos la cetosis, o mejor dicho, el riesgo de cetosis. En los estudios que se han realizado hasta ahora a nivel global podemos encontrar diferentes puntos de corte para el BHB entre 0.10 mM/l y 0.14 mM/l. Sin embargo, en dos diferentes estudios publicados realizados en España23,24, ya a partir de 0.10 mM/l podemos empezar a notar consecuencias negativas sobre la producción de leche.
Los datos publicados hasta ahora en España sobre la prevalencia de cetosis medida a través de control lechero nos indican una prevalencia del 22% en Galicia24 y del 20% en Catalunya23. Estos resultados no difieren tanto del estudio realizado en 2016 por Bach A. y col.25 con muestras de sangre, en el cual la incidencia de la cetosis en varias zonas de la península era del 28%.
Cuadro general de Castilla y León
En 2015 la Federación Frisona de Castilla y León (FEFRICALE) empezó a entregar datos a los ganaderos sobre la medición de BHB en muestras de Control Lechero. Hoy en día todas las granjas que participan al control lechero pueden tener acceso a esa información, tanto en informes como en tablas, muy útiles para la elaboración de datos con consultores.
En 2019, FEFRICALE empezó un proyecto de colaboración con Elanco Animal Health para la elaboración de los datos colectivos en forma anonima, con el objetivo de sacar el mayor provecho posible de la gran cantidad de datos almacenados hasta ese momento.
Entre Enero 2015 y Mayo 2019 se han realizado 249022 controles lecheros en los primeros 68 días en leche. Siguiendo las indicaciones bibliográficas antes mencionadas, se han seleccionado los primeros controles entre 5 y 25 días en leche y se han quedado 89994 lactaciones pertenecientes a 59616 animales. El número de animales muestreados ha ido aumentando cada año. Considerando como “riesgo de cetosis” resultados de BHB ≥0,10 mmol/L, la prevalencia global ha sido de un 26%: 21% en primerizas, 23% en secundiparas, 32% en vacas de 3 o más partos. En el último año (Mayo 2018- Mayo 2019) el porcentaje de granjas, en las cuales se han mostrado como mínimo 20 animales, que ha tenido una prevalencia de cetosis>25% es del 55%.
Gracias a esta base de datos ha sido posible identificar algunos factores de riesgo para el desarrollo de la cetosis. Según el mes de parto, las vacas que han parido en Agosto tienen un riesgo más elevado de padecer cetosis siendo el verano la estación con la prevalencia más elevada (Verano 25%, Otoño 23%, Invierno 21% y Primavera 23% p<0,0001). Conforme va aumentado la edad a primer parto, aumenta el riesgo de cetosis: las novillas que paren con más de 27 meses tienen mucho más riesgo de desarrollar cetosis comparadas con las que paren con menos de 24 meses (R.R. 1,89) o 24-27 meses (R.R. 1,42). Además, entre estas últimas dos categorías las de 24-27 tienen más riesgo comparadas con las <24 meses (R.R. 1,33) (p<0,0001).
Al aumentar el número de lactaciones también aumenta el riesgo de cetosis, con las vacas de 3 o más parto que tienen mucho más riesgo comparadas con las otras (3+ vs 1 R.R. 1,82; 3+ vs 2 R.R. 1,57; 2 vs 1 R.R. 1,16 p<0,0001). Identificando como «razas de carne» todos los partos de una sola cría con la denominación «cruce industrial» (8% del total de partos) se ha demostrado que las vacas que paren este tipo de terneros tienen 1,26 veces (+26%) el riesgo de tener cetosis frente a sus compañeras que paren un “ternero de leche”.
Finalmente, gracias a un modelo estadístico que tienen en cuenta varios factores simultáneamente, ha sido posible identificar las consecuencias de la cetosis sobre la producción de leche a primer control: las vacas que han tenido Cetosis han producido 1,3 Kg de leche menos en el primer control comparadas con las vacas sin cetosis (R2: 0,44 p<0,0001).
En último, a través de un modelo similar, se ha detectado que las vacas con cetosis tenían 1,55 veces (+55%) más riesgo de tener a la vez Mamitis Subclinica a primer control (RCS>200 000 cel/ml).
En conclusión, muchos estudios han demostrado la importancia y el impacto negativo de la cetosis sobre la salud, la productividad de los animales y la rentabilidad del rebaño. Un plan de monitoreo de la cetosis puede ayudar a identificar animales afectados, sin embargo, es aún mas útil a nivel de rebaño para evaluar las estrategias nutricionales y de manejo y establecer programas de prevención.
Para eso, la monitorización del BHB en control lechero, si adecuadamente utilizada, puede proporcionar informaciones de valor tanto a nivel de granja como a nivel de contexto geográfico.
Referencias
- Duffield T., 2009 “Impact of hyperketonemia in early lactation dairy cows on health and production”. Journal Dairy Science 2009; 92 (2): 571–580.
- Duffield, T. 2000. “Subclinical ketosis in lactating dairy cattle”. Vet. Clin. North Am. Food Anim. Pract. 16:231–253,v.
- Ospina P. et al. 2010. «Association between the proportion of sampled transition cows with increased nonesterified fatty acids and β-hydroxybutyrate and disease incidence, pregnancy rate, and milk production at the herd level” J. Dairy Sci. 93 :3595–3601;.
- Leslie K et al. The influence of negative energy balance on udder health. National Mastitis Council, Regional Meeting Proceedings. 2000. Pg. 25–33
- Drackley JK, Dann HM, Douglas GN, Physiological and pathological adaptations in dairy cow that may increase susceptibility to periparturient diseases and disorders. Italian Journal of Animal Science 2005, 4 (4): 323-344.
- Suthar S., et al., 2013 “Prevalence of subclinical ketosis and relationships with postpartum diseases in European dairy cows” J. Dairy Sci. 96:2925–2938.
- LeBlanc S., 2010. “Monitoring metabolic health of dairy cattle in the transition period” J Reprod Dev. 2010 Jan;56 Suppl:S29-35
- RaboissonD. et al., 2014. “Diseases, reproductive performance, and changes in milk production associated with subclinical ketosis in dairy cows: A meta-analysis and review” J. Dairy Sci. 97:7547–7563.
- Viña C. et al., 2017. “Study on some risk factors and effects of bovine ketosis on dairy cows from the Galicia region (Spain)” Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition 101 (2017) 835–845
- Vanholder T. et al., 2015. “Risk factors for subclinical and clinical ketosis and association with production parameters in dairy cows in the Netherlands” J. Dairy Sci. 98 :880–888.
- Melendez P. et al., 2016 “The association between serum ßhydroxybutyrate and milk fatty acid profile with special emphasis on conjugated linoleic acid in postpartum Holstein cows.” BMC Veterinary Research (2016) 12:50.
- Walsh R.B., Walton J. S. y col. The effect of subclinical ketosis in early lactation on reproductive performance of postpartum dairy cows J. Dairy Sci. 2007;90: 2788-2796.
- McArt J. et al. “Hyperketonemia in early lactation dairy cattle: A deterministic estimate of component and total cost per case” Journal of Dairy Science Vol. 98 No. 3, 2015
- Holmes, J. R. 1950. “Observations on the incidence of subclinical ketosis in a dairy herd. Br. Vet. J. 106:365–377”.
- Berge A. et al., 2014 “A field study to determine the prevalence, dairy herd management systems, and fresh cow clinical conditions associated with ketosis in western European dairy herds” J. Dairy Sci. 97 :2145–2154
- Jeong J. et al 2018 “Effect of two treatment protocols for ketosis on the resolution, postpartum health, milk yield, and reproductive outcomes of dairy cows” Theriogenology 106 (2018) 53 e 59
- Oetzel G. “Understanding the Impact of Subclinical Ketosis” 24th Ruminant Nutrition Symposium. 2013.
- OetzelG. 2007 “Herd-Level Ketosis –Diagnosis and Risk Factors” Preconference Seminar 7C: Dairy Herd Problem Investigation Strategies: Transition Cow Troubleshooting. AABP. 40th Annual Conference, September 19, 2007 –Vancouver, BC, Canada
- Schwarz D, Lefebvre DM, van den Bijgaart H,Daviere JB, van der Linde R y Kold-Christensen S. 2015. Global experience on ketosis screening by FTIR technology. ICAR Technical Workshop, 10 June 2015.
- Renaud D. et al., 2018 “Short communication: Validation of a test-day milk test for β-hydroxybutyrate for identifying cows with hyperketonemia” J. Dairy Sci. 102:1–5
- Van Knegsel ATM, van der Drift SGA, Horneman M, de Roos APW, Kemp B y Graat EAM. 2010. Short communication: ketone body concentration in milk determined by Fourier transform infrared spectroscopy: value for the detection of hyperketonemia in dairy cows. J. Dairy Sci. 93 :3065–3069. doi: 10.3168/jds.2009-2847
- McArt J. et al., 2012 “Epidemiology of subclinical ketosis in early lactation dairy cattle” J. Dairy Sci. 95 :5056–5066
- Guadagnini et al., 2019 «Prevalencia y factores asociados a la cetosis detectada en las muestras de control lechero en Cataluña” XXIV Congreso Internacional Anembe de Medicina Bovina Sevilla 22 Mayo 2019
- . http://www.africorlugo.com/memorias.asp
- Bach A., Andreu C., 2016. «A field study about incidence, risk factors, and consequences of ketosis in dairy cattle”. World Buiatric Congress, Dublin, July 2016